Exitoso modelo producido en serie
Más de la mitad de las máquinas de diálisis utilizadas en todo el mundo han sido fabricadas por Fresenius Medical Care.
La historia de la máquina de diálisis moderna nace en la década de 1970, a partir de un interrogante: ¿Cómo podemos lograr que este tratamiento altamente especializado, actualmente disponible para unos pocos, se convierta en un dispositivo vital producido en serie? Ese interrogante se convirtió en una visión. Y la visión se materializó en una historia de éxito, que hoy consta de 8000 piezas. Esa es la increíble cantidad de componentes que conforman una máquina de diálisis moderna de Fresenius Medical Care.
El primer modelo se convirtió en la máquina de diálisis más vendida del mundo en su momento. Desde entonces, la compañía ha nutrido su liderazgo con los modelos subsiguientes: en los últimos años, Fresenius Medical Care vendió en todo el mundo alrededor de cinco veces más máquinas de diálisis que su competidor más cercano. Desde el comienzo, el objetivo primordial detrás del desarrollo de las máquinas de diálisis fue lograr una terapia segura, apacible y asequible para la mayor cantidad de pacientes posible. Cuando Fresenius Medical Care inició la producción en serie de los primeros dispositivos en 1979, el tratamiento estaba disponible para menos de 10 000 pacientes en el mundo. Más de dos millones de personas en el mundo se realizan actualmente tratamientos de diálisis, y de ellas, aproximadamente una de cada dos utiliza productos desarrollados y producidos por Fresenius Medical Care.
Funciones clave de la máquina de diálisis
La máquina de diálisis bombea la sangre desde el organismo del paciente a través de un sistema de líneas sanguíneas hasta el dializador, que también se conoce como "riñón artificial". Durante el trascurso de una sesión d diálisis , que dura entre cuatro y cinco horas, se bombean hasta 120 litros de sangre a través de las líneas de diálisis (lo cual representa varias veces el volumen total de sangre de un paciente). En el dializador, el líquido para diálisis absorbe las toxinas y el excedente de agua que se filtra de la sangre y los elimina mediante un ciclo independiente. Al mismo tiempo, la máquina dosifica y administra medicamentos que impiden la coagulación de la sangre y recopila datos durante el tratamiento, como la presión arterial o la temperatura del dializado. Asimismo, las características de seguridad de la máquina se han perfeccionado y automatizado constantemente: en la actualidad, la máquina reconoce los cambios en las funciones corporales del paciente durante la diálisis. Lo mismo sucede con los problemas técnicos: Si una línea tiene una filtración o si el mecanismo hidráulico deja de funcionar correctamente en un área particular, la falla aparece inmediatamente en el monitor y se interrumpe el tratamiento automáticamente.
Totalmente automatizadas para el líder en producción de máquinas de diálisis
Las plantas de producción de Fresenius Medical Care también han progresado incesantemente. La fábrica de Schweinfurt, que en 1979 producía exactamente 36 máquinas, actualmente fabrica varias decenas de miles. Esto se atribuye a la total automatización de una gran cantidad de pasos de producción, por ejemplo, la fabricación de válvulas de solenoide de alta sensibilidad, un componente clave del circuito hidráulico. Hoy, Fresenius Medical Care no solo produce máquinas de diálisis en Schweinfurt, sino que ha sumado otra fábrica en Concord, California, para abastecer específicamente al mercado norteamericano.
Las máquinas de diálisis del futuro: compactas y portátiles
El objetivo primordial sigue siendo el mismo: asegurarnos de que un día, cada persona que lo necesite pueda acceder a un tratamiento de diálisis. Ya hay indicios de que los dispositivos para tratamiento se volverán cada vez más compactos y portátiles. Fresenius Medical Care está trabajando en soluciones totalmente nuevas. Probablemente en 2015 se lance el riñón artificial portátil (Portable Artificial Kidney, PAK). Esta máquina, del tamaño de una canasta de compras, redefinirá las posibilidades de la diálisis: los pacientes podrán transportarla en sus propios autos cuando la necesiten, y solo necesita seis litros de agua corriente para una sesión de hemodiálisis. Las máquinas convencionales fijas necesitan hasta 200 litros de agua especialmente preparada para cada tratamiento. Lo que comenzó como una visión es hoy un exitoso producto en serie. Si bien nos tomó más de tres décadas construir las primeras 500 000 máquinas de diálisis, según los últimos pronósticos, la máquina número 1 000 000 se entregará ya en 2020.